Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria

Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria. ¿Alguna vez sentiste que el examen de admisión es como un dragón custodiando la entrada a tu castillo soñado? Bueno, yo también. Antes de entrar a la universidad, me sudaban las manos solo de pensar en ese día. Entre los nervios, los apuntes, los horarios y las dudas existenciales, uno no sabe ni por dónde empezar.

Pero te tengo buenas noticias: no estás solo. En este post te voy a contar cómo prepararte para ese bendito examen sin volverte loco, ni quedarte en modo zombie.

¿Qué es el examen de admisión y por qué todos hablan de él?

Dependiendo del país o universidad, puede ser un examen general o algo más específico (como matemáticas, comprensión lectora o redacción). Lo importante es entender qué materias vienen, cuántas preguntas hay, cuánto tiempo tienes y si hay penalización por fallos.

Antes de meter la cabeza en los libros, investiga todo sobre el formato del examen. Créeme, estudiar sin saber a qué te enfrentas es como entrenar para una carrera sin saber si es de velocidad o de obstáculos.

Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria
Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria

Hazte amigo del calendario: tu mejor aliado para no procrastinar

Yo era de los que dejaba todo para último momento… hasta que el estrés me tumbó. Entonces armé un calendario de estudio sencillo pero mágico.

  • Divide los temas por semana.

  • Reserva bloques de 1–2 horas al día.

  • Incluye descansos obligatorios (sí, también mereces ver memes).

  • Usa herramientas como Google Calendar, Notion, o una agenda de papel con dibujitos. Lo que te funcione.

Y ojo, no se trata de estudiar 10 horas al día, sino de ser constante. Aunque sea una hora, pero todos los días. La constancia es más poderosa que la intensidad esporádica.

Técnicas de estudio que realmente sirven.

Estudiar no tiene por qué ser aburrido. Aquí van algunas técnicas que a mí me salvaron el pellejo:

  • Pomodoro: 25 minutos de enfoque total + 5 minutos de descanso. Parece simple, pero es oro.

  • Mapas mentales: Organiza ideas con dibujitos y flechas. Visual y práctico.

  • Enseña lo que aprendes: Si puedes explicarlo en voz alta (aunque sea al aire), lo entendiste de verdad.

  • Simulacros: Hazlos cada semana como si fuera el día real. Cronometra, corrige, repite.

Cuida tu cuerpo y tu mente (sin drama, pero con ganas)

No todo es estudiar. De hecho, tu cuerpo y tu mente también tienen que estar listos para el examen. ¿De qué sirve saberte todas las fórmulas si llegas con insomnio, dolor de cabeza y los nervios hechos nudo?

  • Duerme al menos 7 horas. Nada de maratones de estudio a las 3 a.m.

  • Come bien. Frutas, verduras, nueces, agua… y sí, puedes darte un gusto de vez en cuando.

  • Haz ejercicio. Aunque sea una caminata de 15 minutos al día.

  • Respira. Literalmente. Haz ejercicios de respiración consciente. Calman más que cualquier playlist de lo-fi.

Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria
Consejos para prepararme para el examen de admisión universitaria

La semana antes del examen: modo zen activado

Nada de querer aprender lo que no estudiaste en dos meses. Esa semana es para repasar lo importante, no para agobiarte.

  • Lee tus resúmenes.

  • Repite los ejercicios que más te costaron.

  • Duerme bien.

  • Prepara todo: documentos, lápices, calculadora, ropa cómoda. Hasta la botella de agua.

Y si puedes, visita el lugar del examen unos días antes para no perderte el día D (no creerías lo frecuente que esto sucede).

El día del examen: tú puedes con esto

Ese día es tu momento. Aquí unos últimos consejos que me funcionaron:

  • Levántate con tiempo (nada de correr como si fueras a perder el bus).

  • Desayuna algo ligero pero con energía (pan, fruta, un cafecito).

  • No repases a última hora, solo estresa.

  • Respira profundo antes de empezar.

  • Lee bien las instrucciones.

  • Administra tu tiempo: si una pregunta te bloquea, sigue y vuelve después.

Y lo más importante: confía en ti. Todo lo que estudiaste está ahí, solo hay que dejarlo salir.

Después del examen: suelta y sigue

Salga como salga, respira. Ya hiciste tu parte. Evita ponerte a analizar cada pregunta como si fuera un misterio sin resolver. Eso solo te roba paz mental.

Si te fue bien, ¡celebra!
Si no fue como esperabas, no es el fin del mundo. Hay segundas oportunidades, otras universidades y nuevos caminos. Lo importante es que no te rindas.

Cierre motivacional: Más allá del puntaje, está tu propósito

Un examen no define tu inteligencia ni tu valor. Solo mide qué tan preparado estabas en ese momento. Y eso se puede mejorar. Con constancia, con estrategia y, sobre todo, con corazón.

Así que, si estás preparando tu examen de admisión, te aplaudo desde ya. Estás construyendo tu propio camino, paso a paso. Y eso, amigo/a mío/a, vale oro.

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